La vista de 360 grados desde lo alto del London Eye es una forma espectacular para que te orientes en Londres. Abajo, el río Támesis serpentea en medio de la agitada metrópoli y en un día despejado se alcanza a ver hasta el Castillo de Windsor, a casi 40 kilómetros de distancia.
Con el boleto estándar para el enorme "Ojo de Londres", puedes dar una vuelta completa a la rueda, lo cual te tomará alrededor de 30 minutos. Mientras disfrutas el paseo, dale un vistazo a las casas de la realeza y ve cómo el Big Ben se alza imponente sobre las Casas del Parlamento. Si sincronizas bien tu llegada al London Eye, podrás ver un ocaso espectacular.
Inaugurado oficialmente al público en el año 2000, "El Ojo" rápidamente se volvió uno de los iconos más reconocidos de Londres. Sus breves apariciones en películas como "Harry Potter" y "Los Cuatro Fantásticos" lo han hecho aún más famoso. Su presencia futurista junto al Río Támesis lo ha convertido en el marco ideal para los espectáculos de fuegos artificiales de Año Nuevo que se llevan a cabo en la ciudad desde 2005.
Cada año, aproximadamente 3.5 millones de personas se suben a las cabinas de vanguardia del London Eye, que además cuentan con aire acondicionado. Todo esto ha convertido a la inmensa rueda de la fortuna en la atracción turística de paga más popular del Reino Unido. Con una altura máxima de 135 metros (442 pies) por arriba del suelo, "El Ojo" es la rueda de su tipo más grande de toda Europa.
De fácil acceso, el London Eye se ubica en la orilla sur del Río Támesis, en Jubilee Gardens. La espera para subir puede ser larga, así que te recomendamos que compres tus boletos con anticipación (puedes hacerlo por Internet).
Continúa explorando Londres a bordo de una de las muchas barcazas que recorren el Támesis, o camina hacia el Big Ben y el Parlamento, a unos minutos río arriba.
El London Eye está a cinco minutos a pie de la estación Waterloo del Underground (el tren subterráneo de Londres).