Fotos de Faro, Otoño + Personas en Irlanda

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Recorre una tumba neolítica, camina por acantilados rocosos mientras las olas rompen a tus pies o simplemente diviértete con los lugareños en este país insular habitado desde hace muchísimo tiempo.

Visita el paso de Dunloe y disfruta su belleza mientras respiras el aire fresco y contemplas las flores salvajes.

Visita el paso de Dunloe y disfruta su belleza mientras respiras el aire fresco y contemplas las flores salvajes.

Pasea por las tumbas ancestrales megalíticas que han permanecido en el centro del condado de Sligo durante casi 6,000 años.

Pasea por callejones estilo medieval flanqueados por pubs, tiendas y galerías, para después tomar una pinta, escuchar música o irte de fiesta.

Para experimentar la vida rural típica irlandesa, visita el acogedor pueblo de Glencar, donde podrás practicar actividades al aire libre, visitar tesoros históricos y disfrutar momentos de paz y tranquilidad.

Visita esta espléndida hacienda que ofrece un vistazo a la vida diaria del pasado, tanto en una casa lujosa como en una granja.

Visita la región de Shannon para contemplar el paisaje extremo de esta región llena de diversidad, donde los espectaculares acantilados marinos se unen con las áreas verdes y las ciudades ubicadas junto a los ríos cuentan con monumentos antiguos.

Compra vegetales frescos de todo el mundo y prueba los platillos tradicionales de esta ciudad en el histórico mercado inglés, que se encuentra dentro de un grandioso edificio victoriano.

Explora las calles, la arquitectura del siglo XIX y las veredas naturales de este pueblo irlandés conocido por sus pubs, su hospitalidad y sus paisajes montañosos.

Visita el paso de Dunloe y disfruta su belleza mientras respiras el aire fresco y contemplas las flores salvajes.

La capital de Irlanda rebosa de vida con una vasta tradición literaria, amables habitantes y respeto por todo aquello que represente cierto grado de rebeldía.

Conoce cómo era la vida de los prisioneros irlandeses en el siglo XIX mientras paseas entre las celdas de la antigua prisión de la ciudad de Cork, que cuenta con una maravillosa arquitectura.

Camina por los senderos adoquinados de la universidad más antigua de Irlanda, cuna de numerosas figuras importantes de la literatura y hogar del invaluable Libro de Kells.