Alguna vez conocida por el muro que la dividía, la ciudad de Berlín es ahora una ciudad vanguardista y cosmopolita, con una arquitectura reconocida a nivel mundial, un gran número de museos e importantes festivales.
Con sus altos muros de arenisca y su imponente domo color turquesa, esta catedral es un punto de referencia en el paisaje y en la vida espiritual de la ciudad.
El que fuera una vez un punto de tensión y de dramáticos intentos de escape es hoy una reliquia de la Guerra Fría que se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Berlín.
Con sus altos muros de arenisca y su imponente domo color turquesa, esta catedral es un punto de referencia en el paisaje y en la vida espiritual de la ciudad.
El que fuera una vez un punto de tensión y de dramáticos intentos de escape es hoy una reliquia de la Guerra Fría que se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Berlín.
Con sus altos muros de arenisca y su imponente domo color turquesa, esta catedral es un punto de referencia en el paisaje y en la vida espiritual de la ciudad.
Incendiado por Hitler, bombardeado por Inglaterra y asediado por los rusos, la sede del gobierno alemán ha vuelto a alzarse como un símbolo de la Alemania unida y progresista.
Este museo de historia natural de tres pisos tiene una de las mayores colecciones en Europa de fósiles de dinosaurios, así como de especimenes de animales y rocas.
Incendiado por Hitler, bombardeado por Inglaterra y asediado por los rusos, la sede del gobierno alemán ha vuelto a alzarse como un símbolo de la Alemania unida y progresista.
El que fuera una vez un punto de tensión y de dramáticos intentos de escape es hoy una reliquia de la Guerra Fría que se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Berlín.
El primer zoológico sin jaulas del mundo tiene animales, un acuario y un parque con veredas. Ve a las aves volar libremente y a los pingüinos en su hábitat natural.
El que fuera una vez un punto de tensión y de dramáticos intentos de escape es hoy una reliquia de la Guerra Fría que se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Berlín.
Con sus altos muros de arenisca y su imponente domo color turquesa, esta catedral es un punto de referencia en el paisaje y en la vida espiritual de la ciudad.