Con sus festivales de música, animadas zonas residenciales, museos y bodegas de vinos, esta ciudad entre Washington, D.C. y Nueva York es una atracción por sí sola.
Refréscate en el agua, vive el ambiente amigable y disfruta de comida y cervezas artesanales de alta calidad en uno de los pueblos de playa más queridos del noreste.