Si bien fue descubierta por Hollywood en los últimos años, esta bahía, digna de un cuento, sigue siendo uno de los paisajes naturales más bellos del sur de Tailandia.
Este jardín-tumba del emperador fue construido nueve años después de su muerte y es un ejemplo de la antigua arquitectura a base de arenisca roja y mármol.
Desde la cima de la Montaña del Mono hasta la costa de la isla Cijin, la capital portuaria de Taiwán brinda vistas pintorescas del malecón, bulliciosos mercados nocturnos y tesoros culturales.