Disfruta del ambiente del Viejo Québec cuando camines por sus estrechas calles empedradas, admires su arquitectura francesa tradicional y visites sus boutiques y bistros. El casco antiguo se eleva del Place-Royale a orillas del río St. Lawrence (San Lorenzo) hasta el Château Frontenac en la parte superior del promontorio Cap Diamant.
El Viejo Québec es la única ciudad amurallada en Norteamérica y es cuidadosamente preservada como Patrimonio de la Humanidad. La zona ocupa 135 hectáreas (333 acres) y está dividida en dos partes: la Ciudad Baja (Basse-Ville) y la Ciudad Alta (Haute-Ville). El distrito contiene muchos de los edificios más antiguos y más importantes de Québec, varios de los cuales datan de antes de 1850.
Camina por las calles de la Ciudad Baja. Visita los museos y los antiguos edificios del Viejo Puerto (Vieux-Port), y vete de compras a Rue Saint-Paul, donde encontrarás antigüedades. Siéntate a disfrutar de una comida en uno de los bistros que encontrarás en Rue du Petit-Champlain, que es solo para peatones. Para llegar a la Ciudad Alta, da un paseo en el teleférico o sube por la escalera en la parte norte de esta calle.
La Ciudad Alta descansa en el promontorio de Cap Diamant, por arriba del río San Lorenzo, y está repleto de fortificaciones. Camina por el circuito que pasa por los muros, las torres, los bastiones y las puertas que alguna vez mantuvieron a raya a las fuerzas armadas estadounidenses. Toma fotos del imponente Château Frontenac, el espectacular hotel que domina el horizonte de Québec.
Explora sitios históricos como la Ciudadela de Québec, un fuerte con forma de estrella. En esta enorme estructura, un regimiento del ejército canadiense lleva a cabo la ceremonia del Cambio de Guardia con regularidad. Camina por la terraza Dufferin, un extenso malecón. Siéntate en una banca y ve cómo navegan las embarcaciones en el río más abajo.
Es fácil recorrer el Viejo Québec a pie o en bicicleta. También puedes explorar el distrito en el pequeño Écolobus, un económico autobús eléctrico que viaja entre la Ciudad Alta y la Ciudad Baja. Como alternativa, puedes tomar un taxi o rentar un coche. Toma en cuenta que el estacionamiento tiene parquímetros y es limitado, y algunas de las calles son angostas y concurridas.