Visita la Plaza de las Tres Culturas y conoce la historia a veces violenta de México. En esta zona histórica, puedes encontrar artefactos de las culturas de la antigua civilización azteca, de la época colonial española y del México moderno.
En esta plaza se encuentran las ruinas de la antigua ciudad de Tlatelolco. Aquí los colonizadores españoles derrotaron a los aztecas en una salvaje batalla a principios del siglo XVI, y despejaron el camino para tomar completamente el país y eliminar virtualmente la población azteca. Reflexiona sobre esta brutal historia mientras observas la pirámide azteca excavada, construida hace casi 700 años.
La influencia arquitectónica española del lugar aparece en la construcción de la Iglesia de Santiago, construida con piedra volcánica a principios del siglo XVII. Entra en la iglesia para ver un simple altar de piedra y parches con frescos antiguos en las paredes de yeso. La iluminación de los vitrales azules crea un ambiente sombrío y relajante.
Mientras que la batalla azteca dio como resultado el exterminio de un pueblo orgulloso, la historia reciente del lugar también es violenta. En 1968, a días de la celebración de los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México, miles de estudiantes ocuparon la plaza para protestar por las prácticas del gobierno mexicano. Las autoridades dispararon contra los estudiantes y mataron a decenas de manifestantes desarmados. Observa el museo memorial dedicado a las víctimas y reflexiona una vez más sobre la brutalidad infligida por un grupo de personas sobre otro en este sitio.
La Plaza de las Tres Culturas se encuentra justo al noreste del centro de Ciudad de México, cerca de otras atracciones del centro histórico. Debes tomar el metro hasta la parada Flores Magón o Avenida Paseo de la Reforma. La entrada a la zona arqueológica es gratuita. Combina un viaje a la zona con una visita al Mercado de La Lagunilla, donde puedes comprar souvenirs o todo tipo de productos. El mercado tiene numerosos puestos con variadas artesanías e inesperadas particularidades. Para llegar allí, cruza el Paseo de la Reforma y camina unos minutos hacia el sur.