La amplia plaza de la ciudad de Milán, la Piazza del Duomo, recibe su nombre de la enorme iglesia que la vigila. En la actualidad, la "piazza" es un lugar central de reunión, sede de varios de los edificios más importantes de la ciudad. Al ser la atracción más famosa de la ciudad, la Piazza del Duomo es un excelente lugar para que lo visites al iniciar tu viaje a Milán. Vive la atmósfera en un café, admira su arquitectura o realiza algunas compras en la arcada de cuatro pisos que da a la plaza.
El Duomo, o Catedral de Milán, estuvo en construcción durante casi 500 años cuando la piazza fue creada en base a su diseño actual. Visita la piazza en una soleada mañana para que veas a los lugareños comenzar su día. La plaza tiene varios cafés, restaurantes y bares la mayoría te ofrece comer al aire libre. Pide una mesa y un tradicional café italiano para que veas a la gente pasar. Otras delicias locales de la plaza incluyen pizza y panettone, un rico pastel que se sirve por lo regular en Navidad. Obtén una de las mejores vistas de la plaza desde los restaurantes que hay en la parte superior de la tienda departamental vecina.
Mientras miras sobre la plaza, notarás la amplia gama de estilos arquitectónicos que tiene. Aunque el Duomo es la atracción principal, edificios como el Palazzo dei Portici Settentrionale y el Palacio Real de Milán son fascinantes sitios históricos. En el centro de la plaza, una estatua del primer rey de Italia está colocada en una gran plataforma. El rey Vittorio Emanuele II también tiene una arcada construida en su honor y que lleva su nombre. La Galería Vittorio Emanuele II cuenta con cuatro pisos de tiendas en interiores y es considerada como uno de los centros comerciales más antiguos del mundo. Este es un lugar excelente para encontrar suvenires o artículos de lujo de los nombres más grandes de la moda.
La Piazza del Duomo está en el corazón de Milán. La mejor manera de llegar a la piazza es en metro o a pie, aunque en esta área también podrás encontrar estacionamiento en la calle.