Londres alberga a más de 8 millones de personas, entre las cuales destaca la familia real más famosa del mundo. Es una ciudad en movimiento constante, en parte debido al excepcional sistema de tren subterráneo (el conocido "Underground" de Londres), los autobuses rojos de dos pisos y los populares taxis negros.
La silueta de la ciudad se extiende a lo largo de las orillas del río Támesis y se ha convertido en un mosaico de tesoros arquitectónicos históricos y contemporáneos. Algunas de las joyas del viejo mundo que puedes visitar incluyen la Abadía de Westminster, el icónico reloj Big Ben y el Puente de la Torre. Súbete a la dantesca rueda de la fortuna conocida como London Eye (el "Ojo de Londres") para deleitarte con una vista espectacular de la ciudad. Seguramente identificarás la torre "Gherkin" (es decir, la torre "Pepinillo"), un rascacielos que se ganó su apodo gracias a su distintiva silueta, o la adición más reciente a la panorámica de Londres: el rascacielos Shard, de aspecto futurista.
Por otra parte, la ciudad es una mina de oro en lo que se refiere a instituciones artísticas y científicas. Aparta al menos algunas horas para visitar el British Museum, donde se exhiben tesoros de todo el mundo. Después, forma parte de los 4 millones de amantes del arte que visitan el museo Tate Modern todos los años. Teniendo como fondo la antigua estación eléctrica Bankside, el museo expone obras de arte moderno que abarcan desde pinturas e instalaciones de arte conceptual hasta expresiones artísticas diversas, como espectáculos con luz y sonido.
Londres es una de las ciudades predilectas de los amantes de la buena cocina, pues está dividida en varios distritos donde la diversidad cultural es tan amplia que no terminarás de conocer los platillos que ofrecen. Para empezar, puedes elegir alguno de los múltiples restaurantes premiados con la estrella Michelin en Kensington, Chelsea y Knightsbridge. O bien, dirígete a Notting Hill o Soho, para probar alguno de los innovadores bistros y "gastropubs" (una especie de tabernas que también sirven platillos de alta calidad). Puedes disfrutar del dim sum en el Barrio Chino, deleitarte con un curry hindú cuando pases por Brick Lane, o servirte un plato de paella en el Covent Garden.
Y si después quieres distraerte yendo de compras, tampoco te decepcionarás. En Londres se encuentran algunas de las tiendas departamentales más famosas del mundo, que abarcan desde especialistas en artículos de lujo como Harrods, en Knightsbride, hasta Selfridges, la tienda departamental más grande de Oxford Street.
En los días más soleados, puedes dirigirte a la plaza Trafalgar Square o a Piccadilly Circus, donde lo más divertido es contemplar a la gente que pasa por ahí. Relájate y disfruta del sol en una de las mayores áreas verdes de Londres, el parque Hyde Park.
Y por supuesto, un viaje a Londres quedaría incompleto si no haces un recorrido por el Palacio de Buckingham. Acude a las 11:15 a.m. para ver la añeja tradición del cambio de la guardia, que sucede todos los días excepto durante el invierno.