Con bellos jardines de flores y un salón dorado que se considera un tesoro nacional, este templo es un monumento histórico dedicado a la dicha y la tranquilidad.
Construido sin un solo clavo sobre altos pilotes, este templo forma parte de un lugar Patrimonio de la Humanidad y ofrece su belleza e historia a los visitantes.
Visita las calles de Sannenzaka y Ninenzaka, ubicadas debajo del Templo Kiyomizu-dera, donde puedes encontrar bellas tiendas de artesanías, casas de té y pequeñas cafeterías ubicadas en las fachadas tradicionales de madera.
Con bellos jardines de flores y un salón dorado que se considera un tesoro nacional, este templo es un monumento histórico dedicado a la dicha y la tranquilidad.
Este al pie de la montaña Inari está dedicado a la diosa del arroz y la prosperidad. Admira sus miles de puertas rojas en una red de hermosos senderos.
Con bellos jardines de flores y un salón dorado que se considera un tesoro nacional, este templo es un monumento histórico dedicado a la dicha y la tranquilidad.
Este al pie de la montaña Inari está dedicado a la diosa del arroz y la prosperidad. Admira sus miles de puertas rojas en una red de hermosos senderos.
Este al pie de la montaña Inari está dedicado a la diosa del arroz y la prosperidad. Admira sus miles de puertas rojas en una red de hermosos senderos.
Visita este templo del budismo zen para que conozcas un poco de historia, arte y tranquilidad. Se dice que el templo es el más antiguo de su tipo en Kioto.
El templo To-ji es uno de los sitios preeminentemente tradicionales de Kioto y cuenta con estructuras magníficas, un mercado y la pagoda más alta del país.
Este al pie de la montaña Inari está dedicado a la diosa del arroz y la prosperidad. Admira sus miles de puertas rojas en una red de hermosos senderos.
Este al pie de la montaña Inari está dedicado a la diosa del arroz y la prosperidad. Admira sus miles de puertas rojas en una red de hermosos senderos.
Una viuda construyó este templo en 1606 para rendir homenaje a su esposo fallecido. Hoy es un lugar de tranquilidad con bellos jardines dignos de una postal.
Una viuda construyó este templo en 1606 para rendir homenaje a su esposo fallecido. Hoy es un lugar de tranquilidad con bellos jardines dignos de una postal.