La capital de las Filipinas es una acelerada ciudad llena de joyas culturales e históricas, desde antiguas ruinas hasta museos nacionales y animados malecones.
Aunque en este lugar se enterraba a las víctimas del cólera y a los habitantes más ricos de la ciudad, hoy es un parque perfecto para pasear y hacer días de campo.
Durante más de 500 años, esta gran fortificación de piedra ha vigilado a la ciudad. Visítala para que inspecciones sus cañones y admires las vistas de Manila.