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Pasear por el centro histórico de Riga es una gran aventura, con iglesias antiguas, una casa presidencial y los restos de una muralla defensiva medieval.

Esta ciudad, que cuenta con arquitectura histórica y bellos parques, también es famosa por sus festivales y su música.

Visita una majestuosa iglesia que antiguamente funcionó como planetario y ahora es conocida por su arquitectura y amplia colección de íconos religiosos.

En la iglesia más alta de Riga, dedicada al santo patrono de la ciudad, podrás ver nuevas obras de arte, disfrutar de un concierto y contemplar excelentes vistas de la capital letona.

En la iglesia más alta de Riga, dedicada al santo patrono de la ciudad, podrás ver nuevas obras de arte, disfrutar de un concierto y contemplar excelentes vistas de la capital letona.

Pasear por el centro histórico de Riga es una gran aventura, con iglesias antiguas, una casa presidencial y los restos de una muralla defensiva medieval.

Relájate en el mar Báltico en un día de verano con 18 horas de luz. Recorre un castillo medieval cubierto de escarcha en una cruda mañana de invierno en este país post soviético con una larga historia.

Recorre las habitaciones elegantemente decoradas de una mansión del siglo XVII y descubre cómo vivía la élite adinerada de Riga.

Visita una majestuosa iglesia que antiguamente funcionó como planetario y ahora es conocida por su arquitectura y amplia colección de íconos religiosos.

Esta reconocida institución de arte ofrece un colorido recorrido por el arte de Letonia con una amplia colección de pinturas, cerámicas y esculturas.

Relájate en el mar Báltico en un día de verano con 18 horas de luz. Recorre un castillo medieval cubierto de escarcha en una cruda mañana de invierno en este país post soviético con una larga historia.

Pasear por el centro histórico de Riga es una gran aventura, con iglesias antiguas, una casa presidencial y los restos de una muralla defensiva medieval.

Visita una majestuosa iglesia que antiguamente funcionó como planetario y ahora es conocida por su arquitectura y amplia colección de íconos religiosos.

Relájate en el mar Báltico en un día de verano con 18 horas de luz. Recorre un castillo medieval cubierto de escarcha en una cruda mañana de invierno en este país post soviético con una larga historia.