Recorre una tumba neolítica, camina por acantilados rocosos mientras las olas rompen a tus pies o simplemente diviértete con los lugareños en este país insular habitado desde hace muchísimo tiempo.
Disfruta un festín alegre en el castillo medieval y escucha historias fascinantes en la abadía de Kinvara, un pintoresco pueblo pesquero que es famoso por su música irlandesa.