Este país de Europa central era parte de un vasto imperio y, en la actualidad, es una gran república que celebra la gloria de su pasado imperial en su espectacular arquitectura.
Esta estructura, hogar del museo agrícola más grande de Europa, tiene una fachada tan hermosa que se le llama castillo. En vez de un foso, tiene una pista de hielo.
El pueblo rural de Esztergom, en cuyo horizonte puedes ver una enorme basílica que se eleva sobre el río Danubio, ha sido la sede el catolicismo romano de Hungría durante más de mil años.