Sube las escaleras que llevan a este monasterio en la cima de una colina para disfrutar de unas magníficas vistas de la costa y ver un icono religioso que se cree que concede fertilidad.
Construidas en el siglo IV a.C., estas impresionantes murallas son un bello ejemplo de la antigua arquitectura de Tesalónica y un reflejo de la extensa historia de la ciudad.