Cena en restaurantes gastronómicos, admira yates y autos deportivos extravagantes, o visita el famoso casino de Monte Carlo para disfrutar de un juego de BlackJack con apuestas importantes.
Aumenta tu afición a las bellas artes al observar las obras de porcelana que le dan fama a la ciudad de Limoges. Después, recorre las iglesias antiguas y relájate en los jardines llenos de flores.