Si sientes el llamado de Las Vegas, empaca tus lentes oscuros y deja el reloj en casa. Esta ciudad llena de diversión brilla de forma deslumbrante bajo el sol del desierto durante el día y se ilumina con las luces de neón por la noche. En los casinos no hay relojes y la vida nocturna no tiene límites.
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Echa un vistazo al emocionante mundo de los autos, abierto para todo el público, no solo amantes de la velocidad, las motocicletas y el olor a caucho quemado.
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