El monumento histórico más famoso de Málaga se encuentra en la cima de una montaña y ofrece vistas panorámicas de la ciudad y del Mar de Alborán, que se extiende hasta África.
Recorre la residencia de exquisita decoración, propiedad de los sultanes moros y otros gobernantes en esta fortaleza de mil años de antigüedad, que fue construida sobre los restos de un asentamiento romano.