Viaja en el tiempo hacia la época de apogeo del comercio de azúcar en Cuba al visitar el Valle de los Ingenios, donde puedes ver los restos de 50 molinos de azúcar históricos.
Conoce la historia de Cuba desde el siglo XV hasta la actualidad en las exhibiciones ubicadas en los salones exquisitos del antiguo palacio presidencial de La Habana.
Con una hermosa playa y varios senderos agradables para caminar en los alrededores, Trinidad es una ciudad colonial española bien conservada que ofrece unas vacaciones que combinan la historia con el descanso.
Disfruta una aventura tropical en las montañas cubanas cubiertas de jungla, donde el paisaje está cubierto de cascadas estruendosas, cuevas ocultas y albercas naturales.
Visita Manaca Iznaga, una hacienda azucarera del siglo XVIII, para disfrutar la vista desde una torre de vigilancia, comer en una residencia colonial y conocer cómo era la vida en una plantación de azúcar.
Este edificio de color amarillo brillante ubicado cerca de la Plaza Mayor cuenta con varios ejemplos de las riquezas más impresionantes del pasado de la ciudad.
Disfruta la vista panorámica de la ciudad desde una torre y observa las exhibiciones sobre los conflictos de Fidel Castro con los contrarrevolucionarios al visitar esta iglesia y convento.
Conoce cómo era la vida cotidiana de Hemingway al visitar su casa de Cuba, que se mantiene casi en las mismas condiciones que cuando vivió aquí en la década de 1940.
Conoce la historia de Cuba desde el siglo XV hasta la actualidad en las exhibiciones ubicadas en los salones exquisitos del antiguo palacio presidencial de La Habana.
Conoce la historia de Cuba desde el siglo XV hasta la actualidad en las exhibiciones ubicadas en los salones exquisitos del antiguo palacio presidencial de La Habana.
Viaja en el tiempo hacia la época de apogeo del comercio de azúcar en Cuba al visitar el Valle de los Ingenios, donde puedes ver los restos de 50 molinos de azúcar históricos.
Disfruta una aventura tropical en las montañas cubanas cubiertas de jungla, donde el paisaje está cubierto de cascadas estruendosas, cuevas ocultas y albercas naturales.
Cruza el puente levadizo de esta fortaleza para ver los cañones y morteros y contemplar los objetos fascinantes que se exhiben en el Museo de la Navegación.