Esta parte del centro histórico de Salvador es una zona animada con calles de adoquín enmarcadas por iglesias antiguas, mansiones coloniales, museos y centros culturales.
Los practicantes de capoeira sorprenden a los peatones y los artesanos fabrican souvenirs en esta bella plaza central en donde las mansiones y las iglesias de varios siglos de antigüedad comparten un mismo espacio.
Con su decoración de hoja de oro y sus murales de azulejos, el lujo de este complejo formado por una iglesia y un convento contrasta con la humildad del santo a quien está dedicada la iglesia.