Esta pequeña aldea es la puerta de entrada hacia el Wilder Kaiser. Se caracteriza por su ambiente en donde se siente el bienestar alpino, y abundan tanto los senderos al aire libre como la luz del sol.
Los jardines de rosas y los chalets de esta aldea que sigue creciendo, y que está ubicada en las faldas de la regia Hohe Salve, te llenarán de grandes momentos y de recuerdos.
Es una de las aldeas alpinas más pintorescas y antiguas; el encanto de este pueblo abarca desde su acogedor ambiente, hasta las maravillas naturales que lo rodean.