Los visitantes acuden a esta ciudad, ubicada a menos de una hora de distancia de Tokio, para relajarse en las aguas termales naturales y explorar las montañas y los lagos del Parque nacional de Fuji-Hakone-Izu.
Un paseo por este jardín tranquilo y colorido es el punto culminante de un viaje a Tokio en cualquier época del año. Es especialmente conocido por las flores de cerezo en primavera.