La Estoa de Átalo, un mercado y lugar de reunión del siglo II, fue un regalo del rey Átalo II de Pérgamo para la ciudad de Atenas. El edificio tenía la finalidad de mostrar su agradecimiento por el tiempo que pasó estudiando filosofía en la ciudad. Hoy en día, es una de las impresionantes estoas (pasillos cubiertos) del Ágora ateniense, el cual se localiza justo al noroeste de la Acrópolis, en el centro de Atenas. Te asombrarás ante este enorme edificio restaurado de dos pisos, diseñado con fachadas de piedra caliza y columnas de mármol. Fue el principal centro comercial en el Ágora durante más de tres siglos, desde su construcción alrededor del año 150 antes de Cristo hasta su destrucción en 267 después de Cristo a manos de los Heruli.
Esta elaborada doble columnata mide más de 115 metros (377 pies) de largo por 20 metros (65 pies) de ancho, y originalmente albergaba 42 tiendas. Fue restaurada a mediados de la década de 1950, gracias a la labor de 150 maestros canteros, carpinteros y metalurgistas, quienes incorporaron los restos del edificio original. Se abrieron canteras en el Pireo y el monte Penteli a fin de obtener materiales similares a la piedra caliza y el mármol originales.
Disfruta de la fresca brisa que sopla por el edificio y protégete del sol de la tarde. Antes de entrar, admira las esculturas de figuras históricas y mitológicas de los siglos III y IV, justo afuera del museo.
La Estoa de Átalo alberga el pequeño aunque fascinante Museo del Antiguo Ágora, que podrás explorar en 1 hora, aproximadamente. Descubre artefactos de la antigua Grecia, que incluyen objetos de cerámica, vidrio y bronce, así como monedas y esculturas del cuarto milenio antes de Cristo hasta el siglo VI. También hay colecciones de cerámica de la era bizantina y de la ocupación turca. El museo está en el primer piso, en diez antiguas tiendas que fueron remodeladas.
La Estoa de Átalo está en el centro de la ciudad. Llega a este lugar a través del transporte público o camina desde la Acrópolis. La admisión está cubierta en el precio de entrada a la Acrópolis, y el sitio está abierto todos lo días.