Conoce la oferta natural de Republica Dominicana en la provincia costera de Samaná. Pasea en playas de agua cristalina, explora el bosque o navega en bote por la bahía.
Comienza tus días en el puerto paseando por el malecón de Samaná donde encontrarás muchos de los mejores restaurantes y cafés de la ciudad para degustar un sabroso desayuno, una comida o una cena con vista al océano.
A unos minutos a pie desde el centro, encontrarás Playa Cayacoa, que atrae a cientos de visitantes en días calurosos. Compra un boleto para viajar en bote en el puerto de Samaná y aprovecha para conocer una de las playas más bonitas de la región, en Cayo Levantado. Esta tranquila playa está en una isla en la bahía y ofrece una espectacular vista de la costa dominicana.
Da un paseo a lo largo del Puente de Samaná, un puente que une los cayos de la bahía y que no te llevan a ningún lado, pero donde puedes disfrutar de una bella vista. Este estrecho de 1.3 kilómetros (0.8 mi) fue construido con la intención de conectar la ciudad con un casino. Sin embargo, actualmente es un gran sitio para sentarse en una banca y contemplar el atardecer sobre la isla de Cayo Vigía.
Algunas de las mejores atracciones de la región las puedes encontrar fuera de los límites de la ciudad. Toma una excursión escénica a los manglares del Parque Nacional Los Haitises, y quizá veas delfines en la bahía de San Lorenzo. Contrata a un guía y monta a caballo para ir a la magnífica cascada El Limón. Los paseos en tirolesa más populares de Samaná te llevarán a emocionantes recorridos sobre un frondoso bosque, con algunas líneas que descienden lo equivalente a 40 pisos.
Al anochecer, regresa al Malecón, donde podrás pasar a los bares, discotecas y terrazas que ofrecen bebidas y muchas horas de diversión.
Samaná es una ciudad que cubre todas las necesidades del viajero moderno. Cuenta con un supermercado, cuatro bancos y una buena cobertura de internet y teléfono. Hay un aeropuerto internacional a 15 minutos de la ciudad. También puedes rentar un coche para viajar fuera de Samaná.