El Puente de los Descalzos, que se extiende sobre una serie de estacas y botes atracados, a menudo es el primero que ven los visitantes que llegan en tren a Venecia. Es uno de los cuatro puentes que atraviesan el Gran Canal y ofrece una vista magnífica. Admira los canales y las elegantes fachadas que dan al agua. Recuerda tomar fotos, porque sin duda querrás recordarlo.
En Venecia, se utilizan botes para realizar muchos de los trayectos que normalmente se hacen en auto. Podrás ver embarcaciones de servicios de emergencia, recolección de basura o botes de mensajería, además de barcos recreativos como góndolas, vaporetti y yates. La laguna de Venecia hace de esta ciudad un lugar único en el mundo, como comprobarás al observar el tráfico de sus vías acuáticas.
A los lados del puente se extienden dos sestieri o distritos que vale la pena visitar: Santa Croce y Cannaregio. En la parte oriental de Santa Croce encontrarás espléndidas iglesias, el Palacio Fondaco dei Turchi y el Museo de la Historia del Tejido y el Traje. En Cannaregio encontrarás la Iglesia de Santa María de Nazareth y la Ca d’Oro.
Visita el Puente de los Descalzos al menos dos veces, una al amanecer y otra al atardecer. Programa tu alarma para levantarte temprano. Vale la pena para ver el amanecer desde el puente. No tendrás que batallar con la multitud de turistas en la zona y disfrutarás de un ambiente muy romántico. De hecho, también es el momento ideal para ver pasar la gente por el puente.
El Puente de los Descalzos se encuentra a unos pasos de la estación de trenes de Santa Lucia. Al salir de la estación, baja las escaleras que llevan hacia el canal y da vuelta a la izquierda. Enseguida llegarás al puente que se extiende entre las orillas del canal.
Visita el Puente de los Descalzos y entenderás por qué tanto artistas como parejas en su luna de miel eligen venir a Venecia.