Al acercarte el Monasterio de San Benito (São Bento) desde el centro de São Paulo, te maravillará su tamaño y belleza. El edificio se yuxtapone contra los elevados pilares de los rascacielos de cristal que lo rodean. El Monasterio de San Benito es uno de los sitios religiosos más importantes de Brasil y una de las atracciones más visitadas en São Paulo. Puedes asistir a la misa dominical para escuchar cantos gregorianos, visitar los dormitorios de los monjes benedictinos, y comprar pan y conservas elaboradas por los clérigos del monasterio. Admira los espléndidos e intrincados detalles dentro de la sala principal, o acude a una presentación teatral.
Incluso los visitantes no religiosos apreciarán la historia y la atmósfera que rodea al monasterio. Su arquitectura es característica del siglo XVII, cuando fue concebida originalmente. La encarnación actual del Monasterio de San Benito fue construida en 1922 bajo la dirección del arquitecto Richard Bernd. Voltea hacia arriba para ver el gran reloj, que se dice es el más exacto de São Paulo. Sus campanas suenan cada quince minutos.
En el interior podrás apreciar la bella ornamentación que le da fama al monasterio. Muchos de los frescos y murales que adornan los muros son obras de un monje benedictino alemán que viajó a Brasil para realizar su más famosa obra.
Asiste a la misa de domingo en la mañana para escuchar cantos gregorianos y conmovedoras piezas ejecutadas en el famoso órgano. Escucha los 6,000 tubos resonar en la nave principal. Llega temprano para asegurar tu lugar, ya que la misa dominical es muy frecuentada tanto por visitantes como por los habitantes de la ciudad. El teatro dentro del monasterio también alberga con regularidad conciertos que son abiertos al público.
Antes de irte, pasa a la tienda del monasterio para comprar pasteles, pan, mermelada y dulces elaborados por los monjes que viven ahí. Prueba el "pao de mel", un pan de miel relleno con mermelada dulce y remojado en chocolate.
El Monasterio de São Bento se ubica en el centro de São Paulo, así que la mejor forma de llegar es en metro o autobús. En la calle hay algunos lugares con parquímetro, en caso de que traigas coche. El monasterio abre todos los días y la entrada es gratuita.