Jama Masjid, conocida por los residentes locales como la Gran Mezquita de la Vieja Delhi, atrae a visitantes y peregrinos por igual gracias a su increíble belleza y fantásticas vistas.
La construcción de la mezquita comenzó en el siglo XVII bajo el mandato de Shah Jahan, el mismo emperador encargado de la construcción del Taj Mahal y el Fuerte Rojo. La extravagancia arquitectónica es parte de su diseño, y cada uno de los detalles de la mezquita adopta proporciones épicas.
Los jardines de la mezquita están rodeados de paredes decorativas con tres puertas que te permitirán ingresar. Estas imponentes construcciones tienen estructuras similares a una almena sobre sus fachadas de color rojo ocre. Solo podrás entrar a la mezquita por la puerta 1 ó 3.
Detrás de estas entradas serás testigo del maravilloso lugar de culto musulmán más grande de la India: el gran patio. Admira el impresionante tamaño de esta gran terraza, que cuenta con capacidad para más de 25,000 personas y es el lugar de importantes oraciones multitudinarias.
Desde aquí, admira la imponente fachada de la mezquita. Este inspirador edificio tiene un enorme arco central acompañado de arcos más pequeños a los lados, los cuales conducen a dos elevados minaretes. Estas torres tienen más de 40 metros (130 ft) de alto y son el complemento perfecto para los domos con complejos detalles tallados que coronan la mezquita.
Antes de entrar, renta una bata y deja tus zapatos en el guardarropa cerca de la puerta norte. Asegúrate de traer algo de dinero para pagar por estos servicios. Las mujeres deben usar un pañuelo en la cabeza y es posible que no puedan ingresar a algunos sectores si no están acompañadas.
Paga un módico precio para subir al minarete sur y contemplar la vista panorámica de Nueva Delhi. Podrás ver el Centro financiero y comercial Connaught Place y la calle principal que conduce desde Jama Masjid hasta Sansad Bhavan (el Parlamento).
Jama Masjid abre sus puertas a los turistas desde temprano por la mañana hasta la noche, cuando comienza la oración de la tarde. Puedes llegar a la mezquita en metro o rickshaw. La entrada es sin cargo, aunque deberás pagar si deseas tomar fotografías.