Relájate y disfruta un chapuzón refrescante en el Cenote de Yokdzonot, una hermosa maravilla natural que cuenta con excelentes instalaciones. Al igual que otros cenotes, este es un hoyo profundo formado de manera natural por el colapso de una sección del suelo de piedra caliza de la selva de Yucatán. Protégete del sol al chapotear en el agua refrescante. Toma fotos frente al paisaje de la piscina color turquesa rodeada por una jungla verde exuberante, con enredaderas en forma de serpientes y rocas escarpadas.
El cenote ha estado abierto al público por más de una década, aunque, al igual que otros cenotes de la zona, puede tener millones de años de antigüedad. Ven a este lugar mágico para conocer la manera en que la comunidad local ha transformado este sumidero natural en una atracción bien cuidada que atrae a visitantes de todas partes. El cenote está administrado por una cooperativa compuesta por habitantes de la pequeña aldea local, también llamada Yokdzonot, y ahora es un elemento importante de la economía de este pequeño lugar.
Camina por las tablas de madera que llegan al cenote y entra al agua o salta desde una de las plataformas de clavados. Al igual que la mayoría de los cenotes, el agua es muy profunda, por lo que será imposible llegar al fondo. Disfruta el encantador ambiente tropical mientras los peces nadan junto a tus dedos. Renta una máscara de snorkel para verlos mejor.
Deslízate por la tirolesa para disfrutar una vista panorámica del cenote. También puedes bajar en rappel por el costado con un guía experto. Si lo prefieres, renta una de las bicicletas de montaña disponibles en las instalaciones y sigue a un guía para visitar otros lugares hermosos en los alrededores, que incluyen más cenotes.
El Cenote de Yokdzonot está a unos 20 minutos de viaje en auto desde la zona arqueológica maya de Chichén Itzá. Paga la cuota de entrada y refréscate después de explorar estas famosas pirámides y templos. Después de nadar, toma un descanso y disfruta una comida abundante en el restaurante del cenote.