Si el cielo no fuera azul en Lanzarote, pensarías que estás en la Luna o en Marte. Ambos están un poco lejos, pero Lanzarote está a sólo 30 minutos en barco desde Fuerteventura, lo que es poco tiempo para viajar y vivir una experiencia de otro mundo. Visitarás el Parque Nacional de Timanfaya, El Golfo y una bodega, todo en un día.

Tras recogernos temprano, nos dirigiremos al puerto para abordar el ferry con destino a Playa Blanca. La acción comienza inmediatamente con una visita al Parque Nacional de Timanfaya, que alberga un tercio de los 100 volcanes de la isla. Admira paisajes espeluznantes de formas fantásticas en tonos granate, rojo, gris y negro. También podrás disfrutar de algunos trucos de fiesta, cortesía de la tierra geotérmica que se encuentra debajo de ti.

En el borde costero del parque, dirígete a El Golfo para ver la laguna verde al fondo de una playa negra y los cercanos acantilados de Hervideros. Se formaron a partir de lava fundida que vertía al mar. Hay una parada para conocer todo sobre los beneficios del aloe vera. Para finalizar el día, una cata de vinos en La Geria.