La combinación de historia, cultura y cocina lo convierte en un gran día en Chipre. Un trío de tesoros te esperan en este recorrido, con la vibrante ciudad de Limassol, el pintoresco pueblo de Omodos y una sesión de cata de vinos en una bodega galardonada.
Comience el día con una visita a Limassol, una ciudad que combina a la perfección lo antiguo con lo nuevo. Dispondréis de una hora de tiempo libre para explorar y empaparos del ambiente local. Dé un paseo por el puerto deportivo, pase por el castillo o simplemente relájese en una cafetería: la elección es suya.
A continuación, te dirigirás al pueblo de Omodos, enclavado en medio de las montañas de Troodos. Aquí, darás un paseo guiado por calles estrechas y empedradas adornadas con edificios de estilo bizantino. Después de visitar la antigua bodega para escuchar cómo se elaboraba el vino en los viejos tiempos, es hora de descansar y reponer fuerzas con un almuerzo local en una taberna familiar. Para completar el día, visitarás la Bodega Gerolemos para disfrutar de una merecida cata de sus galardonados vinos.