En la ciudad de Stuttgart es posible encontrar el primer teleférico totalmente automático del mundo. Con una distancia vertical de 87 metros, se erige hoy en día como monumento protegido y sigue funcionando varias veces al día. La segunda característica especial de la moderna red de carreteras de Stuttgart es el «Zacke», uno de los últimos cuatro ferrocarriles de cremallera de Alemania.

A lo largo de este recorrido, siga los pasos de los famosos antiguos residentes de Stuttgart que están enterrados en el cementerio del bosque a lo largo de una caminata guiada. El teleférico te lleva hasta el cementerio del bosque, antes de llevarte a Blaustrümpflerweg y Degerloch. Desde allí, regresa a Marienplatz con el Zacke.