Pintxo: pieza de cocina en miniatura que nació siendo muy simple (una ración de tortilla de patata, una loncha de jamón sobre pan…) y que los bares del País Vasco fueron mejorando y complejizando para así atraer más clientes hasta sus barras. La historia es apasionante y hay tantas versiones como historiadores. En nuestro tour conocerás algunas de ellas así como otras tantas curiosidades sobre el culto al estómago que hay en el País Vasco. Beber: Se trata de la otra gran religión (junto al Comer) del País Vasco. El vino y la sidra han sido las bebidas favoritas de los vascos en los últimos cinco siglos, aunque la cerveza se ha ido imponiendo en los últimos años. ¿Sabías que en el siglo XVI los marineros vascos apenas sufrían escorbuto en los largos viajes por mar gracias a la sidra que bebían?

Txakoli: Vino blanco seco y con aguja típicamente vasco cuyas uvas se cultivan en viñedos próximos al mar Cantábrico. Es ideal para acompañar platos de pescado… o pintxos. Nada más que añadir. Sidra: Bebida alcohólica de baja graduación que se obtiene a partir de zumo fermentado de manzana. Ligeramente dulce, ligeramente amarga, sólo tiene un peligro: se bebe tan fácil como si fuera agua. Zurito: Trago corto de cerveza (de unos 20-25 cl.) ideal para acompañar los pintxos. El término ‘zurito’ es exclusivo del País Vasco. Si vas a Madrid y pides un ‘zurito’, seguramente nadie te entienda (a no ser que el camarero sea vasco, claro).

San Sebastian Cheesecake: Si Dios fuera una tarta, sería una San Sebastián Cheesecake. ¿Sabías que la San Sebastián Cheesecake está en el trono mundial de las mejores cheesecakes del mundo en dura lucha con la New York Cheesecake? ¿Sabías que, a raíz de ese éxito, el robot de cocina Thermomix incluyó en sus programas la receta de ‘San Sebastian Cheesecake’? Ok. Hoy probarás la auténtica, la madre de todo, el origen, el Big Bang.