La visita guiada de Cremona te llevará a descubrir el centro histórico de la ciudad, donde se encuentran sus monumentos más importantes.
Comenzamos paseando por las estrechas calles del casco antiguo y visitando la plaza más hermosa de la ciudad, Piazza del Comune, donde se concentran los edificios civiles y religiosos más significativos e históricos. Comenzando por la Catedral de Santa María Assunta, con su hermosa fachada de Carrara blanca y mármol rojo de Verona, un gran rosetón, una logia de dos pisos, y dos leones en la base de las columnas que nunca dejan de impresionar a los visitantes. Dentro de la iglesia, admiraremos el alto techo y el rico ciclo de exquisitos frescos que le valieron a la iglesia el apodo de “Capilla Sixtina del Valle del Po”.
Al lado de la Catedral se alza el Torrazzo, el campanario más alto de Europa con 112 metros, construido íntegramente de ladrillo. Se ha convertido en el símbolo de Cremona, con un gran reloj astronómico y una esfera dorada en la parte superior. Alberga una reliquia de la Cruz Verdadera y otros artefactos sagrados.
La visita guiada continúa con una visita exterior al Baptisterio octogonal, que data de la década de 1100, y el Ayuntamiento medieval, que ha estado en uso durante más de 800 años. Visitaremos la Sala de Pinturas y la Sala Consulta, que ofrece una vista panorámica de la Catedral y el Torrazzo. Antes de salir de la plaza, nos detenemos en la Loggia dei Militi, uno de los edificios históricos de la ciudad, y nos dirigimos hacia la zona donde se encuentran las pastelerías históricas como Sperlari y Vergani. Estos son los lugares de nacimiento del famoso turrón cremonés, así como el chocolate, las mermeladas y la tradicional mostarda local.
Entre las calles estrechas, también encontramos cerca de 150 talleres de violín (liuterie), donde los violines, instrumentos de cuerda, y arcos todavía son artesanales en la actualidad.
Concluimos el recorrido con una visita a la Iglesia de Sant'Agostino, construida en estilo gótico lombardo y posteriormente remodelada en el año 1500. Alberga el hermoso retablo de Perugino y una serie de estatuas de mármol.
A tan solo unos pasos, podemos admirar la casa donde vivió el ciudadano más ilustre de Cremona, el reconocido luthier Antonio Stradivari, con su primera esposa en el 1600. Es mundialmente famoso por sus violines y su sonido único, y la ciudad de Cremona lo honró con una estatua frente a su antigua casa.