Situada entre Belgrado y Budapest, Novi Sad es la joya secreta de Serbia. Lejos del ajetreo y el bullicio de la capital, con sus parques limpios y tranquilos cafés al aire libre, esta ciudad es la parada perfecta para alguien que busca un descanso del estrés de la gran ciudad y necesita un poco de aire fresco y agradables paseos. A Novi Sad, a veces llamada la «Atenas de Serbia», no le falta nada para hacer honor a su apodo: una historia turbulenta, un amor por las artes y los festivales, un ambiente fresco y el placer de vivir. Siga a su guía y descubra por qué Novi Sad es una visita obligada para todos los viajeros que visiten Serbia: la Plaza de la Libertad con sus edificios emblemáticos como el Ayuntamiento y la Iglesia del Nombre de María; el Palacio Episcopal y su mezcla de estilos Romanticismo y Secesión; la calle del Danubio llena de restaurantes y cafés; la sinagoga local y su turbulenta historia; la famosa fortaleza Petrovaradin, también llamada «Gibraltar en el Danubio», y muchos más.