Con tres emperadores romanos nacidos aquí, Niš se ganó el apodo de Ciudad del Emperador. Esta metrópolis no se parece a ninguna otra: puedes toparte con carruajes gitanos tirados por caballos mientras coches nuevos y lujosos recorren las calles estrechas, puedes escuchar música tradicional en directo en un bar de la callejuela mientras que cerca hay un concierto de música moderna, puedes admirar una torre con cráneos humanos o ir de compras de calidad. Niš es un poco de todo. Sigue a tu guía y descubre algunas de las principales atracciones que ofrece esta ciudad: la Catedral de la Santísima Trinidad, uno de los primeros lugares donde se construyeron buques de guerra tras la independencia de los serbios en el siglo XIX, la Torre de la Calavera y su terrible historia de cómo los otomanos castigaron a los rebeldes locales, así como la Fortaleza con su colección de lápidas, el hammam turco, la mezquita, las ruinas romanas y muchas más.