La belleza desoladora del interior de Sal contrasta marcadamente con las arenas blancas de su costa. En este safari todoterreno, explorarás la bahía de Murdeira, la laguna de Buracona y las arenas oceánicas de Terra Boa y Pedra de Lume. Más allá de los lugares más populares, también podrás echar un vistazo a la vida local en Palmeira y Espargos. Rodrigo, uno de nuestros guías locales expertos, dice: «He vivido en Sal toda mi vida y todavía me fascina el colorido arte callejero de mi isla. Es un reflejo vívido de nuestra cultura y nuestra vida cotidiana».
Comenzando con una parada en la bahía de Murdeira, te dirigirás en un todoterreno cerrado (somos los únicos que utilizamos vehículos todo terreno cubiertos) hasta el pueblo pesquero de Palmeira, en la costa oeste. Sus calles bordeadas de palmeras están salpicadas de cafeterías pintadas con murales y pequeñas tiendas. Rodrigo dice: «Las caleidoscópicas —y abarrotadas— tiendas de recuerdos de Palmeira son un atractivo en sí mismas». Luego nos dirigimos a la laguna de Buracona, famosa por su brillo cuando la golpea la luz del sol.
A continuación, serás testigo de las arenas oceánicas y el espejismo de Terra Boa. Un fenómeno óptico, en el que los rayos de luz calientes reflejan objetos distantes y el cielo, crea la ilusión de un lago desierto. De vuelta a la carretera, hay una parada en un mirador, donde podrás disfrutar de un panorama elevado de Espargos, la capital de la isla. Relájese con un tratamiento de spa natural en la laguna de Pedra de Lume, parecida al Mar Muerto. Flotar en una de las aguas más saladas del mundo y dentro del cráter de un volcán extinto es una forma optimista de terminar el recorrido.