El Área Natural Protegida Punta Tombo es la colonia continental de pingüinos de Magallanes más grande del mundo. Los pingüinos de Magallanes llegan anualmente a este territorio para desarrollar todo su proceso natural (espectáculo maravilloso), a través de diferentes actividades: anidar, alimentarse, aparearse, tener a sus crías, mudar su plumaje y prepararse para luego emprender su viaje de regreso al noreste desde Sudamérica, regresando al año siguiente.
Al recorrer senderos interpretativos, podemos encontrar diferentes ejemplares que los cruzan constantemente. También podremos contemplar la flora autóctona de la zona, junto con diversas especies de aves que conviven en el territorio.
Durante el recorrido podemos observar animales terrestres como guanacos, piches, maras, choiques, zorros, entre otros.

Al llegar pagaremos la entrada a la reserva e ingresaremos al Centro de Interpretación de los Pingüinos de Magallanes. Aquí podemos observar y aprender sobre la fauna del lugar. Caminando por los senderos interpretativos, podemos sorprendernos al experimentar la actividad febril que domina a la colonia: según la estación del año, se pueden ver algunos pingüinos cavando sus cuevas, luchando por el territorio, moviéndose en busca de sus nidos, apareándose o alimentando a sus polluelos. Los pingüinos conviven con otras aves marinas que han elegido este territorio para anidar, como gaviotas, skúas, cormoranes, el pato vaporero, palomas antárticas y varias especies de charranes y petreles gigantes.
RAWSON
Opcional: avistamiento de Tonina Overa (delfín patagónico)
Aquí tenemos la opción de aventurarnos en la inolvidable experiencia de navegar por estas aguas junto con el avistamiento de Toninas Overas, conocido popularmente como el delfín patagónico. Generalmente se observan en grupos de 2 a 10 ejemplares.

ISLA ESCONDIDA
Isla Escondida es una playa virgen que se convirtió en un refugio para elefantes marinos. En este territorio tendremos la posibilidad de observar estos inmensos mamíferos que pesan hasta 4 toneladas. Los machos, en edad reproductiva, desarrollan una trompa o probóscide con la que producen fuertes rugidos para mantener alejada a la competencia. Hacia mediados de noviembre, los machos adultos abandonan las playas y dejan espacio a las crías con sus madres, quienes las protegen y alimentan hasta que mudan en noviembre.
La observación de este avistamiento turístico se realizará desde una distancia privilegiada, convirtiendo esta visita en una experiencia inolvidable.