Luego, diríjase a la pequeña ciudad minera de Chloride, una comunidad que ha sobrevivido en el difícil entorno del desierto desde la década de 1860. Aquí se explotaron plata y otros minerales durante décadas, y tras el auge de la minería, Chloride casi se convirtió en una ciudad fantasma. Hoy, Chloride es hogar de unos 250 residentes que están muy orgullosos de su historia minera. Recorra las tiendas de antigüedades; admire las diversas esculturas artísticas y charle con los lugareños antes de disfrutar el almuerzo.

A continuación, conduzca a lo largo de la histórica Ruta 66 hasta la pequeña ciudad fantasma de Oatman.

La población actual de esta ciudad fantasma es de 150 personas y un poltergeist, que se llama "'Oatie, el Fantasma". Se cree que es el pobre espíritu de William Ray Flour, un minero irlandés que murió detrás del hotel Oatman. Disfrute de las vistas de las Black Moutanis y plantas rondadoras y burros salvajes que pasean libremente por la ciudad. Tome una foto junto con vaqueros y bandidos modernos mientras posa frente a una auténtica señal de la ruta 66. Incluso tendrá la oportunidad de participar en un duelo de pistoleros del oeste. Este evento al estilo del oeste, que tiene lugar en medio de la calle, está protagonizado por cowboys disfrazados y situados de pie cara a cara preparados para disparar. Disfrute de una copa en un salón local (por cuenta propia) antes de viajar a través del desierto Mojave, siguiendo la Veterans Memorial Highway, una carretera que corta directamente por el paisaje del desierto vacío. La última parada antes de regresar al glamur y la ostentación de Las Vegas se realizará en la ciudad de El Dorado, bautizada por los españoles que descubrieron oro en la zona. Esta ciudad sirvió de escenario para muchas famosas películas del oeste y en ella también se ubicaba la famosa mina de Techatticup, de donde se extrajeron millones de dólares en oro y plata.

El recorrido concluye con el traslado de vuelta a su punto de partida original.