Después de la recogida en el hotel, diríjase en autobús hacia el centro de la ciudad y escuche a su guía experto compartir la historia de Salta.
Fundada en el siglo XVI por el visionario español Hernando de Lerma, Salta se convirtió en un centro comercial de gran éxito. Vea evidencia del apogeo de Salta en las catedrales y mansiones bañadas en oro mientras su vehículo recorre la ciudad, que entró en declive tras la guerra de independencia de Argentina y el cambio de rutas comerciales en la costa del Pacífico. Hoy en día, Salta es conocida por su hermosa y bien conservada arquitectura colonial.
Al llegar a la plaza central, contempla la gran catedral de Salta con dos torres, construida en 1885, y aprende sobre el héroe nacional, el general Güemes, cuyos restos descansan en la catedral; luchó contra los españoles durante la guerra de independencia de Argentina.
Pase por el Centro Cultural de las Américas y observe la arquitectura colonial del virreinato español del Museo Histórico del Norte, ubicado en el antiguo cabildo o ayuntamiento.
Admire la iglesia de San Francisco, perfecta para una postal, con imponentes pilares blancos que sostienen una fachada de color carmesí. Su campanario morado mide 174 pies (53 metros) de altura, y la campana que sostiene se construyó con los cañones utilizados durante la Batalla de Salta.
Pase por el Convento de San Bernardo del siglo XVI, uno de los edificios más antiguos de la ciudad, y el monumento al General Güemes.
Salga del centro de la ciudad y diríjase a las estribaciones que bordean Salta. En lo alto de la colina de San Bernardo, disfruta de vistas panorámicas de la ciudad y de los picos andinos.
Vea el monumento a la Batalla de Salta y el Parque 20 de febrero, construido en conmemoración de la batalla librada y ganada aquí durante la guerra por la independencia.
Visite el pueblo cercano de San Lorenzo, frecuentado por familias adineradas de Salta durante el verano debido a su inusual microclima subtropical.
Regrese a Salta y deténgase en el Mercado Artesanal, ubicado dentro de un tradicional edificio colonial blanco, para examinar las ofrendas de los artesanos que viajan de toda la provincia para vender sus productos aquí. Coma alfajores (galletas con relleno de caramelo) y nueces confitadas, o compre bolsos, mantas y joyas únicos (refrigerios y compras a su cargo). Una vez hecha la compra de recuerdos, lo llevarán de regreso a su hotel.