El monasterio de Batalha (siglo XIV) es una verdadera y única obra maestra de la arquitectura europea (estilo gótico portugués tardío y manuelino). Podrá ver el maravilloso panteón real, el lugar de descanso del rey D. João I y la reina de origen británico D. Filipa de Lencastre, y de varios otros miembros de la familia real. Entre ellos, el rey D. João II y Enrique el Navegante, dos actores clave en los descubrimientos portugueses en todo el mundo, que allanaron el camino para que Portugal
Convertirse en el primer imperio global.
Construido para conmemorar la decisiva victoria de los portugueses en la batalla («Batalha») de Aljubarrota en 1386 contra el Reino de Castilla, se convirtió en un símbolo de la independencia nacional y marcó el comienzo de una nueva era en la historia de Portugal. Consagrado a la Virgen María, el monasterio estaba dirigido por los monjes de la Orden Dominicana, que vivieron y adoraron aquí durante más de 600 años, inspirados en las luces de colores de las vidrieras de la catedral, la primera de su tipo en el país.