Cuando los huéspedes llegan al puerto de Kotor, son recibidos por su guía local de habla inglesa, listo para llevarlos en un viaje por la antigua ruta de caravanas montenegrinas. El sendero, bordeado de imponentes rocas calizas, zigzaguea y los lleva al pueblo de Spiljari, una joya escondida que ofrece impresionantes vistas de la bahía.
En el espíritu de la hospitalidad montenegrina, los huéspedes pueden disfrutar de un refresco y una degustación de quesos en un restaurante local propio. Saboreando los sabores de la región, continúan su caminata por las ruinas del antiguo Spiljari y presencian los restos de un pueblo que alguna vez fue próspero.
Con la ciudad fortificada de Kotor asomándose sobre el pequeño pueblo, los huéspedes se llenan de expectación a medida que se adentran en las murallas. Al subir las escaleras que conducen a la fortaleza de San Giovani, se ven recompensados con vistas panorámicas del impresionante paisaje que los rodea. La fortaleza, situada en lo alto de la colina de San Giovani, es un testimonio de la resiliencia y el compromiso de la gente de Kotor y del espíritu perdurable de su cultura.
Después de disfrutar de las vistas y los sonidos de la fortaleza, los huéspedes descienden por las sinuosas escaleras de las murallas y se sumergen en las laberínticas calles del casco antiguo de Kotor. El recorrido de orientación, guiado por las manos expertas de su anfitrión, los familiariza con los hitos más importantes y algunos rincones escondidos de la ciudad, allanando el camino para una experiencia memorable que llevarán consigo para siempre.
Cuando el recorrido llega a su fin, los huéspedes se encuentran a un tiro de piedra del puerto, llenos de asombro y aprecio por la belleza y la historia de Kotor y Montenegro.