Salimos de la recepción de su hotel a las 9,30 de la mañana y viajamos a la comunidad tzotzil de San Juan Chamula, que se encuentra a 10 kilómetros de San Cristóbal de las Casas. Se originó antes de la conquista española y basó su ejercicio del poder en los usos y costumbres. Las tres comunidades que componen este centro ceremonial son San Juan Bautista, San Pedro y San Sebastián, cada una con un panteón gobernado por enormes cruces que representan a Chul Metic (Dios Madre) y Chul Totic (Dios Padre). El templo de San Juan Bautista, cuyo profundo significado combina la herencia cristiana con las raíces prehispánicas, es tanto la sede de la autoridad como el lugar donde el sincretismo religioso se manifiesta en su máxima expresión.
Después de los recorridos, viajamos a Zinacantán, también conocido como el «Lugar de los murciélagos», un pueblo tzotzil donde los espacios sagrados están indicados por las colinas que rodean el pequeño valle y el complejo formado por la iglesia de San Lorenzo, una estructura colonial que fue renovada a principios del siglo XX, así como las capillas de Esquipulas y San Sebastián.