Mientras recorremos las pintorescas carreteras costeras, prepárate para dejarte cautivar por Myrtos Beach. Con vistas al iridiscente mar Jónico, la vista panorámica se despliega ante ti y revela su icónica costa en forma de media luna enmarcada por imponentes acantilados de piedra caliza. Las aguas azules, con sus innumerables tonalidades, crean un fascinante contraste con el agreste paisaje. Es una oportunidad perfecta para salir, respirar la brisa salada del mar y capturar con la cámara una escena digna de una postal.
Más adelante por la sinuosa carretera, enclavada como una joya escondida en la tranquila península de Cefalonia, Assos atrae con su innegable encanto y su encanto atemporal. A medida que nos acercamos al pueblo, el recorrido panorámico por la costa revela la belleza de Assos, una cautivadora colección de casas en tonos pastel que se aferran a las laderas de las colinas y están rodeadas de una exuberante vegetación. El punto central de Assos es su fortaleza veneciana, un centinela estoico que se alza con orgullo sobre el fondo azul del mar Jónico. Pasea por calles estrechas, donde vibrantes buganvillas cubren las fachadas, y descubre rincones pintorescos con acogedores cafés.
El siguiente es Fiskardo. La joya de la costa norte de Cefalonia encanta a los visitantes con su entorno perfecto de postal y su cautivador ambiente. Este idílico pueblo de pescadores es un lienzo vivo de edificios de colores pastel con vistas a las aguas color zafiro del mar Jónico. Mientras pasea por el encantador paseo marítimo, quedará encantado con los coloridos barcos de pesca que se balancean suavemente en el puerto. Fiskardo es un testimonio de la rica historia de la isla, con una arquitectura tradicional bien conservada que te transporta al pasado. El pueblo emana un ambiente exclusivo pero relajado, lo que lo convierte en el lugar favorito de artistas, navegantes y viajeros exigentes. Explore las estrechas callejuelas adornadas con boutiques y tiendas de artesanía, cada una de las cuales contribuye al carácter único del pueblo. Fiskardo no es solo un destino; es una experiencia sensorial, una celebración de la belleza, la historia y el ritmo pausado de la vida en esta encantadora isla griega.