Como ciudad portuaria, Wolfville es poco común. En primer lugar, tiene un puerto muy pequeño: una diminuta entrada conectada al río Cornwallis mediante un canal poco profundo. En segundo lugar, recibe una de las mareas más altas del mundo. Cuando la marea es alta, puede crecer hasta 16 metros (52 ft) con respecto a la marea baja. Más allá de su puerto extraño, Wolfville es una agradable ciudad universitaria cerca de algunos de los mejores parajes naturales y sitios históricos de Nueva Escocia.
La pintoresca Universidad Acadia se encuentra en el centro de Wolfville. Haz un recorrido por el campus de 100 hectáreas, donde encontrarás edificios que datan de 1838 y están construidos principalmente en ladrillo rojo. Las instalaciones de la universidad están abiertas al público, por lo que puedes nadar en la alberca o patinar en la pista de hielo. Visita el Jardín Botánico Harriet Irving, que es tanto un espacio público como un sitio donde los alumnos realizan experimentos. Admira el paisajismo en el jardín cerrado o disfruta el aroma de las hierbas en el jardín de plantas medicinales. Luego, da un breve paseo por el bosque cercano.
Dirígete a la comunidad rural Grand Pré, que se encuentra en las afueras Wolfville. Aquí encontrarás un monumento a uno de los eventos más famosos de la historia de Nueva Escocia: la expulsión de los acadios. Estos inmigrantes franceses se asentaron en la zona durante el siglo XVII, pero más tarde fueron expulsados por los británicos y se diseminaron por el sur de los Estados Unidos. Esta historia, inmortalizada en el poema Evangeline de Henry Wadsworth Longfellow, también se rememora en la pequeña capilla de Grand Pré con una estatua del personaje que da nombre al poema de Longfellow.
Haz un viaje de 40 minutos en auto por la costa hasta llegar a Blomidon Provincial Park, una reserva natural de 759 hectáreas con acantilados junto al mar, playas y bosques. Camina por el sendero panorámico para ver la cuenca de Minas y la maravillosa costa. Más tarde, regresa a Wolfville y relájate en un recorrido por las cavas del valle de Annapolis.
Para visitar Wolfville, toma un avión hasta el aeropuerto internacional de Halifax y, luego, un auto o un camión. Planea tu visita en otoño, cuando los bosques están llenos de colores brillantes.