Esta fortaleza de 40 metros (131 pies) de altura del Monumento al voortrekker conmemora al grupo de colonos holandeses que fundaron Pretoria. Conoce la historia del viaje de estos pioneros dentro del gran monumento de estilo art decó.
En 1835, miles de colonos holandeses abandonaron Ciudad del Cabo, ciudad británica de la costa sur, y se dirigieron hacia el Norte. Este fue el comienzo de lo que luego se conoció como el Gran Trek. Los viajeros fueron nombrados voortrekkers, o pioneros. Con el tiempo, se establecieron en el área que se convirtió en el Transvaal, que declaró su independencia de Gran Bretaña. En 1855, se fundó Pretoria, que recibió el nombre en honor a Andries Pretorius, uno de los líderes de los voortrekkers. Esta historia se describe en 27 paneles en línea que cubren las paredes interiores del Monumento al voortrekker.
Busca el extenso tapiz que muestra más escenas del Gran Trek. El tejido completo, con más de 3.3 millones de puntos, requirió 8 años de trabajo de nueve mujeres. Dentro del monumento, hay una escultura de una mujer voortrekker y sus dos hijos. Esta escultura fue diseñada por Anton von Wouw, quien también esculpió la estatua de Paul Kruger en la Plaza de la Iglesia, en Pretoria.
En el primer piso se encuentra el Salón del Cenotafio, donde una tumba vacía conmemora a los voortrekkers que murieron durante el Gran Trek. En otra parte del museo, un lienzo constituye un ejemplo de las historias que llevaron al fallecimiento de estos desafortunados colonos. Este lienzo representa el peligroso pasaje que atravesaron los colonos sobre las montañas de Drakensberg, al sudeste de Pretoria.
Construido a mediados del siglo XX, el Monumento al voortrekker fue diseñado con un estilo art decó. Sube a lo más alto del edificio para ver a Pretoria desde arriba.
Explora la reserva natural que rodea al Monumento al voortrekker. Ábrete camino a través de los matorrales. Si lo que buscas es un poco de paz y sombra, visita el Jardín de los Recuerdos, en la parte oeste del monumento.
El Monumento al voortrekker se encuentra varios kilómetros al sur de Pretoria y se puede llegar en auto o taxi. En el monumento se permite estacionar. El museo abre todos los días y hay que pagar una cuota de ingreso.
