Es una casa de vacaciones en primera línea de una tranquila y apartada playa de un típico pueblo de pescadores, donde se puede degustar el pescado del día. La villa está pensada para vacaciones y diseñada como respuesta a las necesidades del relax con bases de Feng Shui y dotada de una superficie interior muy amplia. Consta de 2 salones, cocina, 2 dormitorios (+ 1 adicional), 2 baños, 1 aseo y garaje. Dispone de TV con satélite, internet, cocina totalmente equipada y se facilita ropa de cama y toallas.
Está dotada de 3 terrazas, una muy privada y dos con vistas directas sobre la pequeña cala. El pequeño pueblo de pescadores se llama Giniginamar y su microclima lo hace especialmente agradable; su playa es muy silenciosa y desde el dormitorio principal en las noches cálidas se puede dormir con el suave ruido del Atlántico de fondo.
Muy cerca hay lugares de un alto interés paisajístico e increíbles interminables playas desérticas.