El Viejo San Juan, el asentamiento más antiguo de Puerto Rico, ocupa el territorio de una pequeña isla, ubicada muy cerca de la costa de la isla principal. Podrás llegar hasta aquí cruzando uno de los tres puentes y te encontrarás en un mundo que te transportará a 1508.
Esta ciudad histórica es un ejemplo asombroso del patrimonio colonial vigente en América Central y cuenta con más de 400 edificios restaurados de los siglos XVI y XVII. Una excelente forma de descubrir la evocadora belleza de esta ciudad amurallada es a pie. Las callecitas empedradas del Viejo San Juan son encantadoras y las atracciones se encuentran a poca distancia entre sí. Sin embargo, toma en cuenta que el calor de la tarde puede ser agobiante. Con suerte, encontrarás algo de sombra y cafés para detenerte a tomar algo fresco.
El Sitio Histórico Nacional de San Juan alberga todas las atracciones históricas más importantes de la ciudad. Visita el Castillo San Cristóbal, una enorme fortaleza construida por los españoles en el siglo XVIII. Dirígete al Instituto de Cultura Puertorriqueña, para conocer en profundidad las costumbres, tradiciones y cultura de los diversos habitantes de la región y su historia en común.
En el Viejo San Juan, encontrarás muchos restaurantes y bares caribeños tradicionales, donde podrás probar los platillos y los cocktails locales. Ya sea que lo que busques sea una velada romántica para dos o una comida familiar, este es un gran destino para disfrutar de una noche.
El Viejo San Juan está ubicado a aproximadamente 55 kilómetros (35 millas) del extremo oriental de la isla principal. No hay servicio de transporte público a la ciudad amurallada. Debes rentar un auto o tomar un taxi. Toma en cuenta que las callecitas empedradas son angostas y, con frecuencia, son de un solo sentido. Por ello, lo mejor es recorrer la ciudad a pie. Se puede visitar el Viejo Puerto Rico todos los días. Las tiendas y los restaurantes permanecen abiertos durante los horarios de operación habituales.