El Puente Romano es una estructura de granito con 26 arcos que se extiende sobre el río Tormes y data de la época en que Salamanca era un asentamiento romano. Los 15 arcos que están del lado de la ciudad son de origen romano, mientras que el resto proviene de una restauración realizada durante el siglo XVIII. Este es un símbolo tan emblemático para la ciudad de Salamanca, que aparece en el escudo de armas de la ciudad.
El puente solía formar parte de la Ruta de la Plata, que tenía una gran importancia estratégica y comercial. En la actualidad, muchas personas lo utilizan como vía para acceder al centro histórico de Salamanca. Aunque se desconoce la fecha exacta de la construcción original del puente, se cree que este data del siglo I.
Puedes caminar o pasear en bicicleta por esta estructura antigua, que está cerrada al tránsito vehicular. Mientras cruzas el puente hacia el centro histórico, haz una pausa para observar el horizonte y la hermosa vista del complejo de catedrales de la ciudad y otros edificios antiguos bien conservados.
En la entrada del puente del lado de la ciudad hay una figura tallada de un toro, la cual, según se cree, es anterior a la llegada de los romanos. La escultura se menciona en La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, una famosa novela española publicada de forma anónima en el siglo XVI. Tiempo después, el libro se incluyó en el Índice de Libros Prohibidos de la Inquisición Española.
Al salir del puente, estarás en la ciudad antigua de Salamanca, que es un sitio designado como Patrimonio Mundial por la Unesco. Visita algunas de las atracciones históricas que están a distancia caminable. Entre estas se encuentran la Catedral Vieja, la Catedral Nueva, el Convento de San Esteban y la Universidad de Salamanca, que es la más antigua de España.
Regresa al Puente Romano después del atardecer para verlo iluminado bajo el cielo nocturno.