Río de Janeiro es famosa en todo el mundo por sus dos playas principales, Copacabana e Ipanema sin embargo, la alejada zona de Prainha cuenta con una de las playas más atractivas de la ciudad. Situada en el extremo oeste del barrio de Barra da Tijuca, Prainha es un área selvática preservada con 700 metros de extensión de arena, conocida como la playa de Prainha. Haz el intento de llegar a esta playa pacífica, una de las favoritas entre los surfistas expertos y los habitantes de Río que prefieren evitar las multitudes.
Comienza tu día nadando en esta bahía apartada. Observa a los surfistas montando las olas que alcanzan hasta los tres metros de altura. Caminando por la orilla de la playa, encontrarás a los locales jugando frescobol, una combinación de voleibol de playa con tenis de mesa.
Cuando te haya asoleado lo suficiente, refúgiate en uno de los pequeños restaurantes ubicados a pie de playa y saborea los deliciosos mariscos frescos. Si prefieres, explora el terreno de la selva o haz un recorrido guiado a la punta de uno de los cerros que protegen a la playa Prainha para disfrutar de las vistas de la bahía. Te sugerimos llevar repelente de insectos, ya que los mosquitos abundan en la selva.
Durante el fin de semana, la playa Prainha se llena, lo cual es sorprendente dada su ubicación lejana. Si quieres escapara de las multitudes en las playas más conocidas de Río, visita Prainha entre semana, cuando se encuentra casi vacía. Sin importar el día que vayas, asegúrate de llegar en la mañana, ya que la sombra de los cerros cubren la playa durante la tarde.
Prainha está situada a 35 kilómetros al oeste de la playa de Ipanema. La mejor forma de llegar a Prainha es en coche, ya que cuenta con un amplio estacionamiento a lo largo de la playa. De lo contrario, agarra tu toalla y súbete al Surf Bus que va del centro de Río hasta Prainha varias veces al día, con paradas en distintas playas y hoteles a lo largo de la ruta.