Desde 958, Grote Markt ha ocupado un lugar importante en la vida de Brujas. Una vez llena de comerciantes y compradores, hoy día la plaza es un centro turístico. Tómate tu tiempo para disfrutar de los restaurantes, cafeterías, tiendas de regalos, visitas guiadas, y la arquitectura encantadora de esta parte animada de la ciudad.
A pesar de que solo cubre 1 hectárea (2.5 acres), hay mucho que ver en el Grote Markt de Brujas. Antes que nada, sube a la cima del majestuoso Belfort y disfruta de la vista espectacular. Una vez de regreso abajo, toma fotografías de la pintoresca arquitectura de la plaza que parece salida de un cuento de hadas. El edificio del tribunal provincial, que data de 1887 y es de estilo neogótico, es especialmente impresionante. La hilera de casas gremiales con techos de dos aguas le añade encanto y color.
Párate a ver la estatua en el centro de la plaza. Rinde homenaje a Jan Breydel y Pieter de Coninck, quienes dirigieron los Maitines de Brujas, un violento levantamiento contra los franceses a principios del siglo XIV.
Si es posible, visita Grote Markt un miércoles por la mañana, que es cuando se pone el mercado semanal, donde se venden frutas, verduras y otros productos comestibles locales. Tómate un descanso en uno de los numerosos restaurantes y cafés alrededor de la plaza sin embargo, consulta los precios antes de tomar asiento. Después de mediados de noviembre, el mercado de los miércoles se traslada a la plaza Burg para dar su lugar a una pista de patinaje pública y puestos que venden productos navideños.
El Grote Markt es una visita obligatoria en Brujas, pero puede llegar a estar lleno de turistas. Una vez que hayas visitado el lugar, si quieres evitar las multitudes, puedes tomar un desvío por una de las muchas calles adoquinadas adyacentes. También asegúrate de visitar la cercana plaza Burg y su Basílica de la Santa Sangre. Una vez que hayas terminado tu tour de la plaza, súbete a uno de los carruajes tirados por caballos y disfruta del cómodo paseo para ver el resto de Brujas.